Los conflictos no atendidos en la empresa

Bajo el lema: “Una conducta empresarial responsable. Un nuevo planteamiento para una nueva era”, ICC, International Chamber of Commerce, organió ayer, día 23 de octubre su Conferencia mundial con el propósito de proveer de herramientas al empresario español para trabajar su Responsabilidad Social Corporativa.
Conscientes de que los consumidores de hoy en día, más y mejor informados que nunca, son cada vez más conscientes y se preocupan más de cómo funcionan las empresa antes de convertirse en sus clientes o de continuar siéndolo, los empresarios trabajan en la línea de mejorar su imagen social y ante sus clientes para cumplir con sus expectativas de servicio.
No obstante, no hay que olvidar que los primeros clientes de una empresa y sus “mejores o peores” embajadores, son siempre sus colaboradores directos. La responsabilidad social primera de cualquier empresario es procurar el bienestar de sus propios trabajadores, ya que son el espejo de la “salud” de la empresa de cara a los clientes.
Cubiertos todas las necesidades higiénicas (sueldo digno, seguridad y conciliación familiar), el mayor factor de insatisfacción en la empresa, por delante de la carrera profesional y la motivación, son los conflictos internos no atendidos.
Existen, simplificando mucho, dos tipos de conflictos, los provocados por pugnas de intereses y los emocionales. Los primeros se resuelven con una buena negociación. Los segundos suelen darse por falta de empatía, por no saber escuchar las necesidades, ideas o problemas de los otros; por un bajo autocontrol de algunos que provocan rencor en otros, por envidias, etc., todo ello, casi siempre, producto de una mala comunicación, intolerancia a la diversidad o falta de confianza en los demás. Estos son los conflictos más complicados de tratar en la empresa por el desconocimiento que existe en general sobre la gestión de emociones.
Pero mirar para otro lado, esperando que se resuelvan solos, no suele funcionar. Lejos de solucionarse, ningunearlos provoca que se enquisten y terminen siendo parte de la cultura de la empresa. Muchas veces una compañía tiene un gran problema cuyo origen desconoce, porque la razón principal está totalmente sepultada en el olvido, y este desconocimiento dificulta su resolución.
La concepción sistémica de la empresa, explica que, cualquier movimiento que se dé en un sector, o en un equipo de la organización, afecta de una manera u otra a toda ella. Dicho de otra forma, si dos empleados, del rango que sea, están en pie de guerra, todo el sistema sufrirá sus efectos en cadena y en cascada.
Los conflictos son parte de la vida, tanto personal como laboral, y ocuparse de ellos a tiempo es más sencillo de lo que parece, solo se precisa buscar los recursos necesarios.

Publicado en Ultima Hora

Más
noticias coach motivacional

Llámanos

Scroll al inicio